Los cambios legislativos que se han producido en el año 2015 y sobre todo en los últimos meses, han llevado a que esta situación haya sido calificada por diferentes juristas como “gastritis legislativa” o “diarrea legislativa” del Gobierno.
Normas tan relevantes como la Ley de Enjuiciamiento Civil, Ley de Enjuiciamiento Criminal, Ley de Jurisdicción Voluntaria, el Código Penal, la normativa sobre indemnizaciones en accidentes de tráfico, etc. se han modificado, concentrándose dichos cambios en un corto espacio de tiempo, y como no puede ser de otra forma, obligará a todos los profesionales del Derecho a tener que actualizar sus conocimientos ante esta avalancha de cambios normativos.
Comienza una etapa muy interesante jurídicamente, pero que conllevará también ciertas inseguridades jurídicas, ante las dudas que toda reforma legislativa puede suponer en su aplicación y el necesario tiempo que la Jurisprudencia precisa para realizar dicha interpretación.
Como siempre, la ley es la misma para todos, pero su aplicación no es siempre igual, y su interpretación varía de un Juzgado a otro, de una Audiencia a otra. La labor de los letrados es fundamental, dado que los primeros que tenemos que asumir esa tarea interpretativa tendremos que ser nosotros a la hora de presentar escritos, a la hora de defender a nuestros clientes ante los Tribunales, y ello no cabe más que con un gran esfuerzo de análisis y estudio que necesariamente se concentra en este momento.
No cabe más que decir, “preparados para la que se avecina” y “suerte y al toro”.
